Vaciamos la impresión tomada por el odontólogo con yeso tipo IV, observando que esté bien tomada y vaciada.
Con un lapicero marcamos el fondo de saco, aliviando frenillos y paladar blando.
Colocamos una plancha de cera que actuará como espaciador entre el modelo y la cubeta. Presionamos la cera sobre el modelo hasta moldearla y recortamos los excesos teniendo en cuenta que la cera no debe llegar hasta el límite dibujado anteriormente.
Colocamos la plancha de resina fotopolimerizable, ajustamos encima de la cera y llevamos hasta la línea que hemos dibujado en el fondo de saco, haciendo la forma de la pieza o piezas que faltan y pasando por todas las piezas. Quitamos lo sobrante con la espátula Lecron.
Cogemos el sobrante de resina y creamos un pequeño rectángulo con ello que colocamos en la parte anterior de la cubeta no llegando a un ángulo de 90º. Este rectángulo hará de mango de la cubeta individualizada.
Colocamos el modelo 15 minutos en la lámpara fotopolimerizable. Si observamos que el mango no aguanta podemos aguantarlo con un trozo de cera.
Sacamos el modelo, repasamos la cubeta con la fresa de bellota definiendo el diseño, regulando el grosor, alisando y redondeando los bordes.
Aliviamos los frenillos con la fresa de frenillos. Realizamos agujeros por toda la cubeta individualizada para que entre el alginato y haga vacío.
En las piezas donde van a colocarse los implantes hacemos un orificio mayor dejando al descubierto la cresta para que más adelante puedan colocarse los pilares de impresión.
Tenemos terminadas las cubetas individualizadas.
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